La aparición comenzó a las 13:41 y duró hasta las 13:47.
¡Queridos hijos! Mi Hijo, en cuanto Dios, siempre ha mirado más allá del tiempo. Yo, como Su Madre, a través de Él veo en el tiempo. Veo cosas hermosas y cosas tristes. Pero veo que aún hay amor y que hay que hacer que este se conozca. Hijos míos, no pueden ser felices si no se aman unos a otros, si no tienen amor en cada situación y en cada momento de su vida. Yo, como Madre, vengo a ustedes por medio del amor para ayudarlos a conocer el verdadero amor y a conocer a mi Hijo. Por eso los llamo a que, de nuevo, tengan cada vez más sed de amor, fe y esperanza. La única fuente de la que pueden beber es la confianza en Dios, mi Hijo. Hijos míos, en tiempos de inquietud y de renuncia, solo busquen el rostro de mi Hijo. Solo vivan sus palabras y no teman. Oren y amen con sentimientos sinceros, con buenas obras, y ayuden a que el mundo cambie y mi Corazón triunfe. Como mi Hijo, yo les digo que se amen unos a otros, porque sin amor no hay salvación. Les doy las gracias, hijos míos.
![]() Vedi a tutto schermo » |
![]() |
"¡Queridos hijos, hijitos míos, amados míos! Ustedes son elegidos porque han respondido, han puesto en práctica mis indicaciones y aman a Dios sobre todas las cosas. Por eso, hijitos, oren con todo el corazón para que se realicen mis palabras. Ayunen, hagan sacrificios, amen por amor a Dios que los ha creado y sean, hijitos, mis manos extendidas a este mundo que no ha conocido al Dios del amor. Gracias por haber respondido a mi llamado." (Con aprobación eclesiástica)
continua »"¡Queridos hijos! En este tiempo de gracia, en que el Altísimo me permite amarlos y guiarlos por el camino de la santidad, Satanás quiere enmarañarlos con la cuerda del desasosiego y del odio. No permitan que prevalezca, sino luchen, hijitos, por la santidad de cada vida humana. Gracias por haber respondido a mi llamado." (Con aprobación eclesiástica)
continua »